AUTOR: Raquel Antúnez Cazorla.
SERIE: Libro único.
SERIE: Libro único.
GÉNERO: Chick Lit.
PÁGINAS: 134.
EDITORIAL: Autopublicado.
Lo podéis adquirir en Amazon por 0,96€. COMPRAR.
Gracias a la autora por el ejemplar.
En conclusión, Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos de Raquel Antúnez es una novela del género Chick Lit. Tiene una corta extensión, en digital apenas 109 páginas, es ágil, ligera, cargada de diálogos y muy divertida. Se lee en un par de horas y te hace pasar un buen rato.
El personaje de Gea es un encanto y he disfrutado mucho cuando se le va el santo al cielo y comienza con sus sueños.
La recomiendo.
Gracias a la autora por el ejemplar.
Cita del libro:-Gea, ¿te encuentras bien? De pronto te has puesto muy roja -se lanzó a tocarme la frente, sacándome bruscamente de mi fantasía.-Si, si, tranquilo. Estoy bien, nada que no se pase con un poco de agua.-Estás ardiendo. Destápate -dijo tirando de la manta, pero yo la agarraba más fuerte- hazme caso Gea, por favor, destápate o te subirá la fiebre.Por alguna razón tenía la certeza de que eso no aliviaría la temperatura de mi cuerpo. Se levantó de la esquina del sofá y se sentó justo delante de mi barriga. Me puso de nuevo la mano en la frente.-Gea, ¿seguro que te encuentras bien? Estás completamente caliente y tienes la piel de gallina.
Sinopsis
Gea ha decidido que por el momento ya le han tomado el pelo lo suficiente como para no querer saber nada de hombres, después de que el cuernífero de su ex novio se fue con aquella cómo-se-llame.
Un reencuentro con alguien que no esperaba volver a ver da un vuelco a todos sus planes y pone su vida patas arriba.
La fantasía de nuestra protagonista vuela, pero su corazón está cerrado a cal y canto. ¿Cómo podrá solucionarlo Héctor?
Un reencuentro con alguien que no esperaba volver a ver da un vuelco a todos sus planes y pone su vida patas arriba.
La fantasía de nuestra protagonista vuela, pero su corazón está cerrado a cal y canto. ¿Cómo podrá solucionarlo Héctor?
Opinión personal
Recuerdo que durante los primeros meses de mi andadura con el blog, al primer sorteo que me apunte fue al de esta novela: Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos. Si no recuerdo mal, fue parte de la iniciativa Un mes un libro. Pues desde entonces ya le había echado el ojillo a esta historia pero por una cosa u otra no había podido ni hacerme con él ni leerlo. Hace poco Raquel ofreció por su facebook ejemplares digitales para sus amigos y ahí estaba yo, al acecho. Y ayer por fin lo leí.
Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos, tiene un título muy llamativo. No se que tendrán los títulos tan largos que me llaman tanto la atención.
La novela trata la historia de Gea, una chica de veintimuchos que ha sufrido mucho en el amor. La han engañado y abandonado por otras mujeres más altas, guapas y delgadas, y eso ha hecho que no se fíe de ningún hombre. Pero en ninguno, vamos, que no se fía ni de las intenciones del camarero al servirle un café. Su mente va por libre y mientras mantiene una conversación vaga por las nubes inventando historias de todo tipo, algunas buenas, muy buenas y otras no tanto.
Las historias que definen bien el estado sentimental en el que se encuentra son las malas. Donde se imagina que todo el hombre que se le acerque lo hace por que la ve desesperada y espera obtener algo de ella, normalmente sexo. Ese pensamiento la mantiene a la defensiva cuando Hector, alias Dios Griego, reaparece en su vida.
Estamos ante un chick lit que se devora en pocas horas. Es cortito y muy, muy rápido de leer. La narración es ágil y está llena de diálogos. Está escrito en primera persona, desde el punto de vista de Gea. Es una novela fresca y divertida, ideal para echar un rato y pegarse unas risas. A mi me ha encantado como compensa Gea las calorías del lambrusco comiendo ensaladas y la escena de la falsa gripe.
Todas las situaciones de la novela resultan muy reales. Trabajo estresante, pisos compartidos para llegar a fin de mes, chichas incipientes, gafas para leer y mucho maquillaje para tapar una noche sin dormir. Me gusta leer novelas así, está claro que lo de estar guapa hasta recién levantada y con un pelo perfecto, es una completa leyenda urbana de la que solo disfrutan las adolescentes, y no todas. Con el personaje de Gea una mujer normal se ve completamente identificada.
Booktrailer:
Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos, tiene un título muy llamativo. No se que tendrán los títulos tan largos que me llaman tanto la atención.
La novela trata la historia de Gea, una chica de veintimuchos que ha sufrido mucho en el amor. La han engañado y abandonado por otras mujeres más altas, guapas y delgadas, y eso ha hecho que no se fíe de ningún hombre. Pero en ninguno, vamos, que no se fía ni de las intenciones del camarero al servirle un café. Su mente va por libre y mientras mantiene una conversación vaga por las nubes inventando historias de todo tipo, algunas buenas, muy buenas y otras no tanto.
Las historias que definen bien el estado sentimental en el que se encuentra son las malas. Donde se imagina que todo el hombre que se le acerque lo hace por que la ve desesperada y espera obtener algo de ella, normalmente sexo. Ese pensamiento la mantiene a la defensiva cuando Hector, alias Dios Griego, reaparece en su vida.
Estamos ante un chick lit que se devora en pocas horas. Es cortito y muy, muy rápido de leer. La narración es ágil y está llena de diálogos. Está escrito en primera persona, desde el punto de vista de Gea. Es una novela fresca y divertida, ideal para echar un rato y pegarse unas risas. A mi me ha encantado como compensa Gea las calorías del lambrusco comiendo ensaladas y la escena de la falsa gripe.
Todas las situaciones de la novela resultan muy reales. Trabajo estresante, pisos compartidos para llegar a fin de mes, chichas incipientes, gafas para leer y mucho maquillaje para tapar una noche sin dormir. Me gusta leer novelas así, está claro que lo de estar guapa hasta recién levantada y con un pelo perfecto, es una completa leyenda urbana de la que solo disfrutan las adolescentes, y no todas. Con el personaje de Gea una mujer normal se ve completamente identificada.
Booktrailer:
Valoración final
En conclusión, Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos de Raquel Antúnez es una novela del género Chick Lit. Tiene una corta extensión, en digital apenas 109 páginas, es ágil, ligera, cargada de diálogos y muy divertida. Se lee en un par de horas y te hace pasar un buen rato.
El personaje de Gea es un encanto y he disfrutado mucho cuando se le va el santo al cielo y comienza con sus sueños.
La recomiendo.