Rebecca de Daphne Du Maurier.

Hoy he leido una reseña en un blog (Nyra escribiendo) donde divagaba sobre el motivo por el cual no hay muchas reseñas de clásicos publicadas en los blog. Una pequeña espinita se me ha quedado clavada tras leer su entrada pues yo, amante de las nóvelas clásicas, las cuales son propensas a tener felices finales sin dejar cabos sueltos y unas floridas narraciones, apenas he escrito sobre este tipo de literatura. Solo una reseña dedicada a Orgullo y Prejuicio; que trás visitar varios blog de literatura, parece ser una reseña de obligada escritura.

Después de mucho pensarlo, me he decantado por escribir sobre un gran clásico. Rebecca de Daphne Du Maurier.

Lei esta novela hace varios años. Ni siquiera la conocía cuando en la salita de casa de mis suegros vi un viejo tomo sobre la mesa de cafe. Puesto que tengo unas antenas capaces de detectar un libro a kilometros de distancia fue lo primero que vi en cuanto entré.

- Una amiga me lo ha prestado mientras estoy de baja, me dijo mi suegra mientras intentaba arrebatarme el libro de las manos.

No tuvo éxito.

Ella sabía que si me hacía con el libro jamás lo volvería a ver.

Tenía toda la razón del mundo.

Inmediatamente comencé a leer sus páginas y me sumergi en aquel relato, tan intensamente que no volví a escuchar ni a emitir ni un solo sonido hasta que mi novio me zarandeo para volver a casa.

No tome café.

Hoy en día, unos cuatro años despues, ese precioso libro sigue en mi estanteria. La buena mujer, dueña de este libro falleció al poco tiempo, por lo tanto, nadie lo reclamó. No sufrais, murió a los 97 años de veraneo en casa de sus hijos. ¡Ya quisiera yo morir asi!

Mirad que precioso libro.

                                                                        ¿DE QUE VA?                                                                

Maxim de Winter, al poco de enviudar, viaja a MonteCarlo para distanciarse de su gran mansión "Manderley" y de los recuerdos que este lugar encierra. En el hotel se encuentra con la señora Van Hopper, una mujer snob y clasista la cual siempre anda metiendose en la vida de los demás y de la que todo el mundo rehuye, y su joven acompañante. Durante el tiempo que permanecen en MonteCarlo la señora Van Hopper cae enferma y su acompañante puede disfrutar de un tiempo libre. Ella y Maxim de W. coinciden en varias ocasiones y finalmente comienzar a citarse. Como cualquier joven mujer se enamora perdidamente de Maxim y cuando debe marchar de MonteCarlo corre en su busca para despedirse y confesarle lo mucho que lo va a extrañar y lo infeliz que sera separada de él. Maxim no duda un instante y le pide matrimonio.

Tras la luna de miel vuelven a Manderley donde la pareja sufrirá continuos desavenires y donde la ahora Señora de Winter no sera capaz de lidiar con una vida de lujos, con una ama de llaves (la señora Danvers) que parece mirarla siempre por encima del hombro y con el espectro de Rebecca, la fallecida esposa de Maxim. La cual, esta presente en cada rincón de esa casa y en la mente de todos, pero sobre todo, esta muy presente en los pensamientos de la Señora de Winter.

Es una presencia tan fuerte que pone en riesgo, no solo el reciente matrimonio, sino la vida de todos. 

                                                            ¿QUE ME HA PARECIDO?                                                      

Una de las grandes peculiaridades de este libro, es que no refleja cual es el nombre de la protagonista, solo se la nombra como la señora de Winter y antes de casarse se recurre a muchos apelativos.

Por algún sitio lei, que la autora inicio este libro como un reto, un juego, quería ver cuantas páginas era capaz de escribir sin nombrar a la protagonista. Sin saberlo estaba creando una obra de arte.

Uno de los personajes que mas me gustaron del libro fue la señora Danvers, que vive obsesionada con la memoria de Rebeca, es una mujer hostil, oscura, fria, atormentada, vengativa. Siniestra. Es más que un personaje. Me parece increible que personalidades tan complejas y oscuras puedan salir de la imaginación de alguien.

Pero no todo puede ser bueno, hay algo que me saco de mis casillas durante gran parte del libro y fue la actitud tan pasiva y apocada de la protagonista. Sinceramente, una persona puede ser buena y tranquila, pasiva y comprensiva, puede amoldarse a los demás y a las situaciones pero lo de esta chica era ya demasiado. Me ponía de los nervios. ¿Por qué no mandaba a la señora Danvers a freir esparragos?

A pesar de esto, el libro es estupendo, tiene todo lo que se puede pedir.

Te sumerges en la historia y es como si a tu alrededor todo desapareciera y de repente te ves en Manderley rodeada de antiguedades y porcelana, escuchando el murmullo de las olas y oliendo la madera de las chimeneas mientras acaricias una R bellamente bordada en una servilleta de lino.

Existe versión cinematográfica, dirigida por el magnifico Alfred Hitchcock y protagonizada por Laurence Oliver y Joan Fonaine. Fue todo un acierto poner a Hitchcock como director, creo unas escenas maravillosas que te mantienen pegada al sillón sin querer pestañear siquiera.

La actriz no podía ser mas perfecta, pareciera sacada del libro y Laurence Oliver, bueno, adoro a Laurence Oliver, asi que para mi la pelicula es perfecta.

Como en todas las versiones cinematográficas siempre cortar escenas y se dejan atrás muchas partes de libro. Pero en esta ocasión, aunque se dejaron atras mucho, lo que pusieron fue muy acertado.

Por cierto, la señora Danvers... FABULOSA¡¡

También hay una segunda parte de este libro titulado La Señora de Winter por Susan Hill, esta escritora es la autora de La Mujer de Negro recientemente llevaba al cine y protagonizada por (para mi Harry P.) Daniel Radcliffe.
Dicen que segundas partes nunca fueron buenas y aqui no se equivoca este dicho.
Otro dia pondré la reseña de la continuación.

                                                                      Diálogos, frases, citas.                                                       

"Anoche soñé que había vuelto a Manderley. En mi sueño me encontraba ante la verja del parque, pero durante algunos momentos no pude entrar. Estaba cerrada la puerta con candado y cadena. en sueños llamé al guarda, pero nadie me contestó, y cuando miré detenidamente a través de los mohosos barrotes de la verja, vi que la caseta estaba abandonada."

"Es Max de Winter, el propietario de Manderley. Habrás oído hablar de él, ¿no? Parece como si estuviera enfermo, ¿verdad? Dicen, que no puede sobreponerse a la muerte de su esposa."

"Si pudiera inventarse algo, dije impulsivamente, para embotellar los recuerdos, como los perfumes... Para que no se disipasen, para que nunca pudieran ponerse rancios... Cuando quisiéramos, podríamos destapar el frasco y sería como vivir de nuevo el mo mento guardado."

" - Parece que la idea no te ha parecido bien -dijo-. Perdóname. No sé, pero creí que me querías. Me merezco esto por presumido.
  - Y te quiero -dije-. Te quiero con toda mi alma. No sabes lo desgraciada que he sido; me he pasado toda la noche llorando, porque creía que no iba a verte más.
Me acuerdo que cuando dije esto se echó a reír y me alargó la mano a través de la mesa.
 - ¡Bendita seas!- dijo Un día, cuando hayas llegado a esa maravillosa edad de los treinta y cinco años que quisieras tener, te recordaré este momento y lo que acabas de decir. y te parecerá imposible. ¡Queé lástima que tengas que crecer!"

" - Pero me estoy portando contigo como un bruto, ¿verdad? No te habías figurado así una declaración de amor. Hubiéramos debido estar en el invernadero de un jardín lleno de flores delicadas, tú vestida de blanco, con una rosa en la mano, mientras llegaban hasta nosotros las notas de un violín. Yo te haría el amor apasionadamente, bajo una palmera. Entonces te pareacería que no te habían estafado nada. ¡Es una vergüenza, bonita mía! Pero no te importe. Te llevaré a Venecia a pasar la luna de miel, y nos pasearemos en una góndola cogidos de las manos. Pero no estaremos allí mucho tiempo, porque quiero enseñarte Manderley."

" Allí estaba, aquel era Manderley, el Manderley de mi tarjeta postal, de hace tantos años. Gracioso, bellísimo, exquisito, sin mácula, aún más hermoso que lo que yo soñara, edificado sobre un otero, rodeado de suaves praderas y bancales de césped, con las terrazas que se fundían en los jaradines, y los jardines en el mar."


DISFRUTEN DE ESTE MARAVILLOSO CLÁSICO.