Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell.

        ¿De qué va?        

Marta Rodriguez es una joven y divertida madre soltera que conduce una Honda CBF600. Trabaja en el taller de moda flamenca de Lola Herrera, donde hace un poco de todo. Tan pronto soluciona temas de banco como diseña y cose el mejor vestido de flamenca. La vida de Marta, y su entorno, da un giro de 180 grados cuando el hijastro de su jefa, Philip Martínez, un empresario inglés, serio a la par que sexy, se cruza en su camino. ¿Qué será Phillip, una rana o un sapo más en el gran charco de la vida?

         ¿Qué me ha parecido?         

Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell se ubica en el Chick-lit, un genero que surgió hace unos años y trata sobre mujeres en la treintena en adelante, trabajadoras, triunfadoras y con problemas reales. Hasta este momento, desde mi punto de vista, la reina de este género es Marian Keyes, una irlandesa que me arranca sonrisas con cada una de sus novelas.

Hacía tiempo que no leía una novela de este género, cosa extraña pues me encantan, y me he llevado una gran sorpresa con este libro. Me ha encandilado.

No solo es que me haya encantado, me ha abducido, este libro casi ha conseguido desligarme del mundo exterior. Ha sido uno de esos libros, los cuales no quieres soltar, cuando los estas leyendo no piensas en nada más y cuando llegan esos momentos en los que no puedes seguir con la lectura solo piensas en ellos. Es más, lo he leído en dos días.

Las ranas también se enamoran trata sobre las relaciones a distancia, las segundas oportunidades y el miedo a confiar y enamorarse de la persona equivocada. 

Los personajes han sido muy hilarantes, el trío tralala (Marta, nuestra protagonista, Patri y Adrian) son los típicos sevillanos caraduras, dispuestos a divertirse y con una lengua muy larga. Los diálogos están llenos de palabras, frases y muletillas propias de dicha ciudad y debo de admitir que, aun siendo andaluza: yo soy de córdoba y mi pareja de Sevilla, ha habido algunas muletillas que no he pillado.

La narración está plagada de diálogos lo que hace que la lectura sea muy rápida y agil. 

Me han gustado mucho las conversaciones tan cercanas y frescas que hay durante todo el libro. 

Phillip, el galán en cuestión, al principio no me cayó muy bien, me resultó estirado y orgulloso pero en cuanto surgió el primer momento de pasión todo cambió. 

Y hablando de momentos de pasión.... OH MY GOD!  Qué momentazos.

Me encanta encontrarme con momentos pasionales cuando no me los espero. Hace que me quede tan sorprendida como la propia protagonista. Sin duda ha habido momentos en los que este libro me ha sorprendido gratamente. 

Otra cosa que me ha agradado ha sido el haber elegido personajes reales como, Lola Herrera, cada vez que aparecía en el libro la veía a ella, con su pelo plateado y su sonrisa. Ese es un detalle que hace que te integres más con los personajes y que vayas viviendo cada momento a la par que lo vas leyendo. Hace la historia un poquito más real. 

Lo que más me ha gustado de la novela es, como he dicho antes, el ritmo tan rápido que tiene, no me gusta aburrirme en descripciones de parajes y sentimientos, a veces con un par de adjetivos bien situados no necesitamos nada más para empatizar con el personaje. El final ha estado muy bien, las últimas 80 páginas me las he leído en un suspiro y es que no podía parar. 

Lo que menos me ha gustado puede que sea el excesivo uso de muletillas andaluzas. Aunque eso creo que se debe a que nunca había leído nada igual y me ha resultado algo extraño. 

En definitiva me ha gustado y mucho. Es una novela que seguro que volveré a leer y la volveré a disfrutar como esta primera vez. Megan Maxwell acaba de pasar a mis escritoras fijas. Y voy a disfrutar mucho descubriendo sus demás libros.

                    Diálogos, citas y frases.             

"...Que por fin yo logre conocer a George Clooney y se plante de rodillas ante mí con un pedrusco que haga que el dedo me arrastre."

"¿Cuál es el juego de la rana?

Con una picaruela sonrisa en los labios contestó Patricia:

-Como el de la oca. Pero esta vez se dice: de rana en rana y busco otra porque me da la gana.

-Ah... pensé que era de rana en rana y me tiro otra porque me da la gana.

-Mujer... pretendía ser más fisna y elegante -se carcajeó aquella.

-El problema Patri, es que yo no soy así. Soy rematadamente decente y tonta.

-Pues tienes que intentar ser algo indecente, principalmente por ti. Necesitas pasarlo bien, sin excusas y sin compromisos. Y eso, querida, solo lo lograrás buscando una rana que te haga sonreír y no un principito celeste que te quite to er sentío común."

"Él no respondió. Se limitó a mirarla con su gesto impasible, como si le 

perdonara la vida. Por ello Marta, tras resoplar, se quitó su mano de 

la cintura y comenzó a andar hacia la puerta. Pero antes de lograr

abrirla este llegó hasta ella y cogiéndola como a una pluma, le dio la

vuelta, la alzó, la acercó hasta él y la besó."

"Durante unos instantes ambos se miraron a los ojos, mientras ella 

incrédula pensaba lo que aquel acababa de hacer. Se había metido 

vestido bajo la ducha con su carísimo traje y se estaba empapando. 

Eso la hizo sonreír. Él también sonrió."

"-Tienes razón. Me gusta el guiri descolorido. Es más, creo que me he 

enamorado de él."